Entrevista pasada en la cual Man Bok Park. ‘Manbo’ explica las razones por las que a sus 70 años decidió volver a la selección de vóley, aunque ya no trabajará a ras del campo como antes.
Muchos extrañaban sus categóricas órdenes en su masticado castellano o su impenetrable mirada que hacía temblar de miedo hasta a los técnicos adversarios. Y aunque esta vez Man Bok Park volvió al frente de las selecciones de vóleibol, ya no estará más dando indicaciones a ras del campo, sino que cumplirá la función de director. Sí, en una orquesta que hace mucho tiempo no tiene una adecuada batuta y desafina. Él, con su trabajo, espera poder interpretar esas melodías de éxito que hicieron vibrar a los peruanos, que las manos morenas se eleven y punto...
¿Qué lo animó para volver a trabajar en la selección?
Antes ya me habían hablado para volver, pero no acepté porque el manejo que hacía el señor César Vértiz (anterior presidente de la FPV) estaba equivocado. Ahora vuelvo después de ocho años porque confío en Juan Castro (nuevo titular) ya que tenemos pensamientos parecidos para tratar de levantar el vóleibol de mayores. Por ello vendrá el profesor Kim (Cheol-Yong) para que se haga cargo y tendrá a Natalia (Málaga) cerca, ya que ella lo conoce de antes. Nuestro proyecto es clasificar a las Olimpiadas de Londres 2012.
Tras su alejamiento en el 2000 pasaron muchas cosas y muchos técnicos. Después de las Olimpiadas de Sidney 2000 me retiré y se quedó Carlos Aparicio por cinco años, pero no me gustó el trabajo que hizo. Él fue mi alumno por 15 años, pero no aprendió nada, porque cuando enseñaba a las chiquillas, siempre trabajaba en el suelo. Esa vez yo comenté eso en una entrevista en una canal de TV y salió a responder molesto en un diario.
¿Habrá un recambio generacional en la selección?
Sí, porque para las clasificatorias a las olimpiadas de Beijing, que se jugó en el Dibós y que perdimos con Venezuela, había muchas jugadoras viejas, mayores de 30 años. Este año vamos a cambiar a la mitad y el otro a todas las que queden. Lo más importante será conseguir a una armadora alta, que mida entre 1.75 a 1.80, porque no la tenemos. Luego, cuando las chicas de la selección de menores regresen del Mundial de Tailandia, casi todas pasarán a trabajar con las juveniles y estas a su vez irán a mayores. Así hicimos con Cecilia (Tait), Natalia (Málaga) y Denisse (Fajardo), que en el 81’ jugaron el Mundial Juvenil y en el 82’ estuvieron en el de Mayores en el Amauta, donde fuimos subcampeones.
¿Qué sintió cuando Venezuela nos eliminó en casa?
Fue una vergüenza eso. Esas chicas cuando se las llamó para ese campeonato regresaron recién cinco o seis días antes, eso no vale. Mínimo deben venir un mes antes a Perú. El vóleibol es una combinación por eso necesitamos trabajar juntos. Ahora encima hasta se pelean, por eso es que se perdió contra Venezuela, que nunca antes nos había ganado. Otro problema fue la armadora, Verónica (Contreras) es muy baja, un entrenador no puede dar esas ventajas, así sea una chica de cara bonita como ella, pero que no rindió.
¿Quién será la armadora del equipo de mayores?
Yo quiero a Elena Keldibekova de vuelta.
¿Pero ella renunció por problemas con Vértiz y ya no es una jovencita?
Pero ese señor ya no está más. Elena ya no es tan joven, pero en el puesto de armadora eso no es tan importante. Ella salta bastante bien y tiene fuerza aún. Con ella quiero trabajar dos años y que pase luego la armadora de juvenil.
¿Quién fue la mejor jugadora que usted dirigió?
En ataque fueron Cecilia (Tait) y Gabriela (Pérez del Solar). Pero Gina Torrealba fue la mejor porque era completa, en recepción, bloqueo y mate, siempre fue la capitana, pero en las olimpiadas del 88’ puse a Cecilia porque era más atrevida y tenía más carácter.
¿Por qué después de ganar el Sudamericano del 93’ la selección se debilitó tanto?
Luego de las olimpiadas del 88’, nueve chicas se fueron a jugar a Europa y muchas se lesionaron de la rodilla, el tobillo, ahí se malogró todo. A los italianos, como pagaban su plata, no les importaba exigirles y malograrlas.
¿Hubo indisciplina en sus equipos?
La disciplina es control del entrenador, no de la federación. Él debe manejar a su grupo. Yo las chequeaba bastante, en algunas discotecas tenía mis espías que las estaban mirando y al día siguiente les decía donde habían estado y que habían hecho y las mandaba a entrenar el doble como castigo. No puedo apañarlas como hacen con los futbolistas, que un día porque empatan con Brasil bailan y toman y luego van a Ecuador y los golean. Yo corto cabezas, y si después vienen a pedir perdón o llorando porque las saqué, mala suerte.
Fuente: VOLEIBOL.pe
Muchos extrañaban sus categóricas órdenes en su masticado castellano o su impenetrable mirada que hacía temblar de miedo hasta a los técnicos adversarios. Y aunque esta vez Man Bok Park volvió al frente de las selecciones de vóleibol, ya no estará más dando indicaciones a ras del campo, sino que cumplirá la función de director. Sí, en una orquesta que hace mucho tiempo no tiene una adecuada batuta y desafina. Él, con su trabajo, espera poder interpretar esas melodías de éxito que hicieron vibrar a los peruanos, que las manos morenas se eleven y punto...
¿Qué lo animó para volver a trabajar en la selección?
Antes ya me habían hablado para volver, pero no acepté porque el manejo que hacía el señor César Vértiz (anterior presidente de la FPV) estaba equivocado. Ahora vuelvo después de ocho años porque confío en Juan Castro (nuevo titular) ya que tenemos pensamientos parecidos para tratar de levantar el vóleibol de mayores. Por ello vendrá el profesor Kim (Cheol-Yong) para que se haga cargo y tendrá a Natalia (Málaga) cerca, ya que ella lo conoce de antes. Nuestro proyecto es clasificar a las Olimpiadas de Londres 2012.
Tras su alejamiento en el 2000 pasaron muchas cosas y muchos técnicos. Después de las Olimpiadas de Sidney 2000 me retiré y se quedó Carlos Aparicio por cinco años, pero no me gustó el trabajo que hizo. Él fue mi alumno por 15 años, pero no aprendió nada, porque cuando enseñaba a las chiquillas, siempre trabajaba en el suelo. Esa vez yo comenté eso en una entrevista en una canal de TV y salió a responder molesto en un diario.
¿Habrá un recambio generacional en la selección?
Sí, porque para las clasificatorias a las olimpiadas de Beijing, que se jugó en el Dibós y que perdimos con Venezuela, había muchas jugadoras viejas, mayores de 30 años. Este año vamos a cambiar a la mitad y el otro a todas las que queden. Lo más importante será conseguir a una armadora alta, que mida entre 1.75 a 1.80, porque no la tenemos. Luego, cuando las chicas de la selección de menores regresen del Mundial de Tailandia, casi todas pasarán a trabajar con las juveniles y estas a su vez irán a mayores. Así hicimos con Cecilia (Tait), Natalia (Málaga) y Denisse (Fajardo), que en el 81’ jugaron el Mundial Juvenil y en el 82’ estuvieron en el de Mayores en el Amauta, donde fuimos subcampeones.
¿Qué sintió cuando Venezuela nos eliminó en casa?
Fue una vergüenza eso. Esas chicas cuando se las llamó para ese campeonato regresaron recién cinco o seis días antes, eso no vale. Mínimo deben venir un mes antes a Perú. El vóleibol es una combinación por eso necesitamos trabajar juntos. Ahora encima hasta se pelean, por eso es que se perdió contra Venezuela, que nunca antes nos había ganado. Otro problema fue la armadora, Verónica (Contreras) es muy baja, un entrenador no puede dar esas ventajas, así sea una chica de cara bonita como ella, pero que no rindió.
¿Quién será la armadora del equipo de mayores?
Yo quiero a Elena Keldibekova de vuelta.
¿Pero ella renunció por problemas con Vértiz y ya no es una jovencita?
Pero ese señor ya no está más. Elena ya no es tan joven, pero en el puesto de armadora eso no es tan importante. Ella salta bastante bien y tiene fuerza aún. Con ella quiero trabajar dos años y que pase luego la armadora de juvenil.
¿Quién fue la mejor jugadora que usted dirigió?
En ataque fueron Cecilia (Tait) y Gabriela (Pérez del Solar). Pero Gina Torrealba fue la mejor porque era completa, en recepción, bloqueo y mate, siempre fue la capitana, pero en las olimpiadas del 88’ puse a Cecilia porque era más atrevida y tenía más carácter.
¿Por qué después de ganar el Sudamericano del 93’ la selección se debilitó tanto?
Luego de las olimpiadas del 88’, nueve chicas se fueron a jugar a Europa y muchas se lesionaron de la rodilla, el tobillo, ahí se malogró todo. A los italianos, como pagaban su plata, no les importaba exigirles y malograrlas.
¿Hubo indisciplina en sus equipos?
La disciplina es control del entrenador, no de la federación. Él debe manejar a su grupo. Yo las chequeaba bastante, en algunas discotecas tenía mis espías que las estaban mirando y al día siguiente les decía donde habían estado y que habían hecho y las mandaba a entrenar el doble como castigo. No puedo apañarlas como hacen con los futbolistas, que un día porque empatan con Brasil bailan y toman y luego van a Ecuador y los golean. Yo corto cabezas, y si después vienen a pedir perdón o llorando porque las saqué, mala suerte.
Fuente: VOLEIBOL.pe