05-10-2009
Mantener una alimentación equilibrada (es decir que sea completa, armoniosa, suficiente y adecuada) a lo largo de toda nuestra vida debe ser una prioridad, teniedo en cuenta que el empobrecimiento de las tierras de cultivo, la contaminación (a través de las fábricas, minerías y parque automotor), la mala conservación, las adulteraciones, etc, reducen de forma preocupante los nutrientes en los alimentos, estando en el orden de mayor afectación: las vitaminas y minerales, ya que por ser micronutrientes son más sensibles al daño por los agentes agresores ya mencionados líneas arriba.
En la Universidad como parte de la formación en la carrera, nos enseñan que no hay mejor nutrición que la olla, pero ya fuera de ella nos topamos con una realidad muy distinta a la ideal: trabajadores que salen de casa apenas con una taza de té en el estómago, estudiantes que comen en los "huequitos" de su horarios, niños y ancianos que no tienen que comer por falta de recursos económicos y que subsisten con una plato de sopa más un pan en todo el día, oficinistas que hacen de la comida "chatarra" su ritual para hablar mejor de negocios, etc; ejemplos como estos nos hacen pensar que no sólo de buenas intenciones lograremos evitar muchas actuales enfermedades que se dan por deficiencia y también por exceso de ciertos alimentos.
Considero fundamental que si realmente nuestra dieta no es la mejor (como realmente ocurre en el 95% de personas) tendríamos que recurrir a los complementos nutricionales, que justamente tienen esa función: "complementar" una alimentación desbalanceada, y que muchos médicos no le dan la debida importancia o lo miran de forma muy superficial (si así fuera no se recomendaría Ácido Fólico a las gestantes, ya que supuestamente se puede obtener de los alimentos; en efecto está en los alimentos, pero como Folato que es una forma poco absorbible de este nutriente, pero se sabe que la forma más absorbible y de mejores resultados es la sintética.) Sólo por citar un caso.
Hace un par de años salió un estudio donde se afirmaba que los Complementos de Vitaminas y Minerales hacían más mal que bien, inclusive con efecto mortales. Pero no se dijo que este estudio evidenciaba muchos errores y fue realizado en personas con una enfermedad previa, suministrándoles además muy grandes dosis por lo que si bien nos ilustra lo negativo de una automedicación y lo innecesario que es en algunos casos, no toma en cuenta el aspecto preventivo y las patologías que si se verían controladas o erradicadas con un adecuado manejo profesional.
Definitivamente mucho mejor sería obtener los beneficios de las vitaminas y minerales antioxidantes a través de las frutas y verduras (y es lo que inculcamos en las consultas nutricionales), de esta forma no se necesitaría suplemento alguno, pero que hacemos si en la dieta el paciente no suele incluir nada de esto? Pues sus defensas estarían muy bajas y propenso a enfermedades crónicas, sólo en ese caso los complementos se pueden dar, recalcando que siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud, como un nutricionista o un médico.
Fuente:
http://www.festivalrubenacosta.com/medicina_deportiva/alimentacion_cuando_se_vive_solo