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IN MEMORIAM
FERNANDO AGUAYO SARAVIA
UNA LAGRIMA DEL ALMA.
Por: JOSE TRONCON ASTE
Un sentido minuto de silencio en las queridas y recordadas aulas del viejo y entrañable Colegio Divino Maestro aquél de la vieja casona de la novena cuadra del Jirón Camaná que la Doctora Eva Castañeda de Castañeda y su hijo Don Enrique Castañeda Casrañeda hoy gozando de la paz del Señor convirtieron en una especie de templo sagrado del voleibol peruano.
Un minuto de silencio en todos los campos de juego donde se hace y respira voleibol y un minuto de silencio en toda la gran familia del voleibol peruano que aprendió a quererlo y fue testigo de lo mucho que hizo por nuestro querido deporte.. Con sus errores y sus aciertos, con sus virtudes y sus defectos nadie podrá negar jamás el extraordinario legado de su sapiencia y de su enorme amor por el voleibol: FERNANDO AGUAYO SARAVIA ya descansa en paz desde el 15 de setiembre en que nos tomó la delantera en la partida hacía la gloria del Reino del Señor, tal vez de ese Señor de los Milagros que el veneró y acompaño toda su vida.
Tuvo una aparición con luz propia en los inicios de los años setenta como jugador, un armador cerebral y adelantado en muchos años en su capacidad técnica y táctica. Era el líder del equipo del Club Divino Maestro que años después se convertiría en Deportivo Merkur gracias al apoyo de la cadena de Almacenes de Artículos Deportivos del recordado Alfredo Hoshi. Fernando jugaba y dirigía y posteriormente cedió la posta al profesor Jorge Alva en una de las últimas temporadas en que dicho club activó pues luego por razones institucionales se retiró del voleibol oficial.
Por su demostrada capacidad y su enorme dedicación al trabajo Don Enrique Castañeda lo designó en el Cuerpo Técnico del equipo femenino del Club Divino Maestro al lado del profesor Jorge Sato quien también nos dejó hace algunos años. Desde ese momento hasta nuestros días Fernando se constituyó en el líder indiscutible e indiscutido que identificó al Divino Maestro como una verdadera cantera de talentos forjados con esa capacidad de formador y con esa mística para la masificación y captación que eran su carta de presentación.
Pero hay una faceta muy importante en la vida de Fernando Aguayo que solo quienes lo conocimos muy de cerca podemos dar un fiel testimonio : su tremenda vocación de educador y pedagogo. Graduado en la Universidad Nacional de la Cantuta, Chosica como Bachiller en Educación Fernando desarrolló una trayectoria brillante en los Colegios Divino Maestro y Juan XXIII.
Quien escribe esta nota tuvo el privilegio en una de sus tantas visitas a la vieja Casona de la Fundación Canevaro local del Colegio Divino Maestro en el centro de esa Lima que hoy tiene otra cara distinta de escuchar desde las ventanas de una de sus aulas la clase de Historia del Perú que dictaba Fernando a sus alumnas del cuarto de media y nos quedamos deslumbrados por el derroche de conocimientos en el tema y esa capacidad de hacer fácil y didáctica la temática en desarrollo. Como se lo dijimos muchas veces a Fernando tuvimos la sensación de estar escuchando el relato de un cuento.
Pero la gran pasión de su vida fue el voleibol. Campeón Nacional muchas veces con el Divino de sus amores, Campéon Sudamericano de Clubes en varias oportunidades y finalmente le llegó una inesperada oportunidad en 1995 cuando la FPV le ofreció la conducción de una selección juvenil femenina que en el término de 30 días debía intervenir en encuentro clasificatorio para el Mundial de la categoría a realizarse Tailandia.
Fernando aceptó el reto y luego de una fugaz preparación viajó a la ciudad de Tandil en Argentina donde logró un objetivo impensado : derrotó al equipo local y clasificó al Mundial. Obviamente un Mundial es otra cosa y en Thailandia se cumplió una actuación acorde con nuestras posibilidades y el equipo se ubicó noveno. Luego asumió junto con Jorge Sato la conducción del seleccionado adulto femenino para el Campeonato Sudamericano de Porto Alegre unos meses después. Se decía que Fernando sería el Director Técnico y Jorge Sato el Asistente pero nosotros hicimos notar en intervención periodística que de acuerdo al Reglamento de la FIVB un Técnico de inferior graduación no podía esta encima de uno de mayor. Se lo explicamos a Fernando y le advertimos que la FPV había hecho una inscripción errada situación que se confirmó en Brasil cuando a la dirigencia de la FPV le comunicaron que el Director Técnico debía ser Jorge Sato y el Asistente Fernando Aguayo.
Aún habiéndose ubicado en el segundo lugar recordaremos que Perú obtuvo una “Wild Card” es decir una invitación de la FIVB para participar en la Copa del Mundo en Japón. En aquella oportunidad se reiteró la situación por una errada inscripción por lo que Fernando quedó relegado como Asistente de Sato. Pero al margen del resultado nada grato se dio una situación muy incomoda e injusta para Fernando. En el avión en pleno vuelo de Los Angeles a Tokio la jugadora Julissa Zamudio se sintió muy mal y atendida inicialmente por el Médico de la Delegación se diagnosticó la posibilidad de un inicio de Hepatitis por lo que llegando a Tokio la jugadora fue inmediatamente atendida por los integrantes de la Comisión Médica del evento e internada posteriormente en un hospital donde se le aisló. Pasada una semana se decidió que la mencionada jugadora debía ser evacuada a Lima y sorpresivamente en lugar de designarse al médico de la Delegación para que acompañara a la jugadora de regreso al país se decidió que fuera Fernando Aguayo quien lo hiciera lo que generó que Jorge Sato se quedara solo.
Lo medios especularon sobre la posibilidad de que Fernando Aguayo pudiera haber sido destituido en pleno Campeonato, pero eso era absolutamente inviable a no ser un caso de indisciplina que en Fernando era absolutamente descartado y porque el no era el Director Técnico.
Muchas veces ese fue el precio que Fernando Aguayo tuvo que pagar por la actitud innoble de quienes por un lado lo alabaron y del otro lo traicionaron. Reitero de repente un personaje controvertido en el voleibol con sus pro y sus contra pero siempre por acción no por omisión. La Liga Distrital de Voleibol de Surco que este año precisamente cumple veinte años de actividad es su creación y aunque el no esté presente físicamente en alma y espíritu lo estará siempre.
Dejamos para el final un lejano recuerdo: las conversaciones de voleibol en el jardín de la casa de Don Enrique Castañeda en San Antonio Miraflores, en compañía del Doctor José Pezet Miró Quesada Patriarca del voleibol peruano, Hans Frick, el ingeniero Fernando del Campo y con ellos Fernando y quien escribe ésta nota. Nutriéndonos del sueño del Doctor Pezet con aquel PROYECTO POR ENCIMA DE LOS HOMBRES, un plan de largo aliento de por lo menos 20 años basado en aquella premisa indiscutible de que LOS PROCESOS NO SE QUIEBRAN, LOS PROCESOS SE CORRIJEN. Es decir no importa quienes sean los hombres que pasen por la FPV sino el PROCESO PER SE, es decir son los hombres los que tienen que aplicar los correctivos en el tiempo pero las líneas maestras básicas deben ser siempre las mismas.
HASTA SIEMPRE GORDO
QUE DIOS TE TENGA EN SU GLORIA
DESCANSA EN PAZ
JOSE TRONCON ASTE
Fuente:
http://sin-vueltas.blogspot.com/2009/10/voleibol-peruano.html
FERNANDO AGUAYO SARAVIA
UNA LAGRIMA DEL ALMA.
Por: JOSE TRONCON ASTE
Un sentido minuto de silencio en las queridas y recordadas aulas del viejo y entrañable Colegio Divino Maestro aquél de la vieja casona de la novena cuadra del Jirón Camaná que la Doctora Eva Castañeda de Castañeda y su hijo Don Enrique Castañeda Casrañeda hoy gozando de la paz del Señor convirtieron en una especie de templo sagrado del voleibol peruano.
Un minuto de silencio en todos los campos de juego donde se hace y respira voleibol y un minuto de silencio en toda la gran familia del voleibol peruano que aprendió a quererlo y fue testigo de lo mucho que hizo por nuestro querido deporte.. Con sus errores y sus aciertos, con sus virtudes y sus defectos nadie podrá negar jamás el extraordinario legado de su sapiencia y de su enorme amor por el voleibol: FERNANDO AGUAYO SARAVIA ya descansa en paz desde el 15 de setiembre en que nos tomó la delantera en la partida hacía la gloria del Reino del Señor, tal vez de ese Señor de los Milagros que el veneró y acompaño toda su vida.
Tuvo una aparición con luz propia en los inicios de los años setenta como jugador, un armador cerebral y adelantado en muchos años en su capacidad técnica y táctica. Era el líder del equipo del Club Divino Maestro que años después se convertiría en Deportivo Merkur gracias al apoyo de la cadena de Almacenes de Artículos Deportivos del recordado Alfredo Hoshi. Fernando jugaba y dirigía y posteriormente cedió la posta al profesor Jorge Alva en una de las últimas temporadas en que dicho club activó pues luego por razones institucionales se retiró del voleibol oficial.
Por su demostrada capacidad y su enorme dedicación al trabajo Don Enrique Castañeda lo designó en el Cuerpo Técnico del equipo femenino del Club Divino Maestro al lado del profesor Jorge Sato quien también nos dejó hace algunos años. Desde ese momento hasta nuestros días Fernando se constituyó en el líder indiscutible e indiscutido que identificó al Divino Maestro como una verdadera cantera de talentos forjados con esa capacidad de formador y con esa mística para la masificación y captación que eran su carta de presentación.
Pero hay una faceta muy importante en la vida de Fernando Aguayo que solo quienes lo conocimos muy de cerca podemos dar un fiel testimonio : su tremenda vocación de educador y pedagogo. Graduado en la Universidad Nacional de la Cantuta, Chosica como Bachiller en Educación Fernando desarrolló una trayectoria brillante en los Colegios Divino Maestro y Juan XXIII.
Quien escribe esta nota tuvo el privilegio en una de sus tantas visitas a la vieja Casona de la Fundación Canevaro local del Colegio Divino Maestro en el centro de esa Lima que hoy tiene otra cara distinta de escuchar desde las ventanas de una de sus aulas la clase de Historia del Perú que dictaba Fernando a sus alumnas del cuarto de media y nos quedamos deslumbrados por el derroche de conocimientos en el tema y esa capacidad de hacer fácil y didáctica la temática en desarrollo. Como se lo dijimos muchas veces a Fernando tuvimos la sensación de estar escuchando el relato de un cuento.
Pero la gran pasión de su vida fue el voleibol. Campeón Nacional muchas veces con el Divino de sus amores, Campéon Sudamericano de Clubes en varias oportunidades y finalmente le llegó una inesperada oportunidad en 1995 cuando la FPV le ofreció la conducción de una selección juvenil femenina que en el término de 30 días debía intervenir en encuentro clasificatorio para el Mundial de la categoría a realizarse Tailandia.
Fernando aceptó el reto y luego de una fugaz preparación viajó a la ciudad de Tandil en Argentina donde logró un objetivo impensado : derrotó al equipo local y clasificó al Mundial. Obviamente un Mundial es otra cosa y en Thailandia se cumplió una actuación acorde con nuestras posibilidades y el equipo se ubicó noveno. Luego asumió junto con Jorge Sato la conducción del seleccionado adulto femenino para el Campeonato Sudamericano de Porto Alegre unos meses después. Se decía que Fernando sería el Director Técnico y Jorge Sato el Asistente pero nosotros hicimos notar en intervención periodística que de acuerdo al Reglamento de la FIVB un Técnico de inferior graduación no podía esta encima de uno de mayor. Se lo explicamos a Fernando y le advertimos que la FPV había hecho una inscripción errada situación que se confirmó en Brasil cuando a la dirigencia de la FPV le comunicaron que el Director Técnico debía ser Jorge Sato y el Asistente Fernando Aguayo.
Aún habiéndose ubicado en el segundo lugar recordaremos que Perú obtuvo una “Wild Card” es decir una invitación de la FIVB para participar en la Copa del Mundo en Japón. En aquella oportunidad se reiteró la situación por una errada inscripción por lo que Fernando quedó relegado como Asistente de Sato. Pero al margen del resultado nada grato se dio una situación muy incomoda e injusta para Fernando. En el avión en pleno vuelo de Los Angeles a Tokio la jugadora Julissa Zamudio se sintió muy mal y atendida inicialmente por el Médico de la Delegación se diagnosticó la posibilidad de un inicio de Hepatitis por lo que llegando a Tokio la jugadora fue inmediatamente atendida por los integrantes de la Comisión Médica del evento e internada posteriormente en un hospital donde se le aisló. Pasada una semana se decidió que la mencionada jugadora debía ser evacuada a Lima y sorpresivamente en lugar de designarse al médico de la Delegación para que acompañara a la jugadora de regreso al país se decidió que fuera Fernando Aguayo quien lo hiciera lo que generó que Jorge Sato se quedara solo.
Lo medios especularon sobre la posibilidad de que Fernando Aguayo pudiera haber sido destituido en pleno Campeonato, pero eso era absolutamente inviable a no ser un caso de indisciplina que en Fernando era absolutamente descartado y porque el no era el Director Técnico.
Muchas veces ese fue el precio que Fernando Aguayo tuvo que pagar por la actitud innoble de quienes por un lado lo alabaron y del otro lo traicionaron. Reitero de repente un personaje controvertido en el voleibol con sus pro y sus contra pero siempre por acción no por omisión. La Liga Distrital de Voleibol de Surco que este año precisamente cumple veinte años de actividad es su creación y aunque el no esté presente físicamente en alma y espíritu lo estará siempre.
Dejamos para el final un lejano recuerdo: las conversaciones de voleibol en el jardín de la casa de Don Enrique Castañeda en San Antonio Miraflores, en compañía del Doctor José Pezet Miró Quesada Patriarca del voleibol peruano, Hans Frick, el ingeniero Fernando del Campo y con ellos Fernando y quien escribe ésta nota. Nutriéndonos del sueño del Doctor Pezet con aquel PROYECTO POR ENCIMA DE LOS HOMBRES, un plan de largo aliento de por lo menos 20 años basado en aquella premisa indiscutible de que LOS PROCESOS NO SE QUIEBRAN, LOS PROCESOS SE CORRIJEN. Es decir no importa quienes sean los hombres que pasen por la FPV sino el PROCESO PER SE, es decir son los hombres los que tienen que aplicar los correctivos en el tiempo pero las líneas maestras básicas deben ser siempre las mismas.
HASTA SIEMPRE GORDO
QUE DIOS TE TENGA EN SU GLORIA
DESCANSA EN PAZ
JOSE TRONCON ASTE
Fuente:
http://sin-vueltas.blogspot.com/2009/10/voleibol-peruano.html
